La reina Isabel II, la monarca con el reinado más largo de Gran Bretaña y un símbolo de estabilidad durante la mayor parte de un siglo turbulento, murió después de 70 años en el trono. Tenía 96 años.
El Palacio de Buckingham anunció que falleció en el Castillo de Balmoral, su residencia de verano en Escocia, donde miembros de la familia real habían acudido rápidamente después de que su salud empeoró.
Ella era un vínculo con la generación casi desaparecida que luchó en la Segunda Guerra Mundial, y era la única monarca que la mayoría de los británicos habían conocido.
Tras su fallecimiento, su hijo de 73 años, el príncipe Carlos, automáticamente se convirtió en rey, y eligió llamarse rey Carlos III, informó su oficina. Su esposa, Camila, será llamada reina consorte.
En un comunicado, Carlos dijo que la muerte de su madre era “un momento de la mayor tristeza para mí y para todos los miembros de mi familia”, y agregó: “Sé que su pérdida se sentirá profundamente en todo el país, los reinos y la Mancomunidad de Naciones, y por innumerables personas en todo el mundo”
La primera ministra británica, Liz Truss, designada por la reina apenas 48 horas antes, declaró que el país estaba “devastado” y dijo que a Isabel II era “la roca sobre la que se construyó la Gran Bretaña moderna”.
En Canadá, donde la monarca era la jefa de Estado, el primer ministro Justin Trudeau elogió su “sabiduría, compasión y calidez”. En India, el primer ministro Narendra Modi tuiteó: “Ella brindó un liderazgo inspirador a su nación y a su pueblo. Personificó la dignidad y la decencia en la vida pública. Dolido por su fallecimiento”.
El presidente estadounidense Joe Biden la llamó una “estadista de una dignidad sin igual y una constancia que profundizó la firme alianza entre Gran Bretaña y Estados Unidos”.
La reina gozó de una excelente salud hasta entrada en sus años 90, aunque se le pudo ver usando un bastón durante una aparición tras la muerte en 2021 de Felipe, con quien estuvo casada 73 años. En octubre de 2021 pasó una noche en un hospital de Londres para que le realizaran exámenes, y tras esto sus apariciones públicas se hicieron cada vez más escasas.
Isabel reinó a un país que se reconstruyó de la guerra y perdió su imperio; se unió a la Unión Europea y luego la dejó.
(AP)
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