El máximo tribunal administrativo de Francia falló en contra de permitir el uso del traje de baño bikini en las piscinas públicas por razones religiosas, argumentando que vulnera el principio de neutralidad gubernamental hacia la religión.
Si bien lo usa solo un pequeño número de mujeres en Francia, principalmente musulmanas, el bikini genera un intenso debate político en el país.
La ciudad de Grenoble, encabezada por un alcalde del partido de los Verdes, votó a favor de permitir que las mujeres vistan bikinis en las piscinas públicas después de una campaña de activistas locales. Al mismo tiempo, la ciudad también votó para permitir que las mujeres naden con el torso desnudo, como parte de una relajación más amplia de las reglas sobre los trajes de baño.
El prefecto de la región de Grenoble bloqueó la decisión del bikini, argumentando que iba en contra de los principios seculares de Francia.
El Consejo de Estado confirmó esa decisión y dijo en un comunicado que la votación de Grenoble se hizo “para satisfacer una demanda religiosa” y “perjudica la neutralidad de los servicios públicos”.
Las reglas de vestimenta en las piscinas públicas en Francia son estrictas, por lo que las autoridades alegan que son razones de higiene. Obligan al uso de gorras y, en general, se prohíben los trajes de baño holgados u otra ropa voluminosa.
Algunas otras localidades y pueblos permiten bikinis en piscinas públicas, como la ciudad de Rennes, pero su decisión tuvo como objetivo relajar las reglas de trajes de baño en general y no se basó en razones religiosas.
La decisión de Grenoble sobre nadar en topless no ha sido impugnada en los tribunales. ( AP )
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