Por: David Casas S.
Decenas de mujeres que trabajan en restaurantes, bares y antros tienen miedo de la inseguridad, y demandan una estrategia clara del gobierno del estado, para dar seguridad a quienes laboran en los horarios de esos establecimientos.
Mientras las autoridades estatales aseguran que no hay una crisis de desapariciones, las cifras federales del ramo señalan que al concluir el mes de junio había 58 feminicidios, lo que coloca a la entidad en el nada honroso primer lugar.
Patricia Cuspinera, Secretaria General del Sindicato de Asociaciones Sindicales de México, comentó que, por la naturaleza de su trabajo, cientos de mujeres son vulnerables ante la ola de violencia que se vive.
«Por la naturaleza de su trabajo, implica una mayor vulnerabilidad para ellas y sus familias, sabemos que históricamente han sido mujeres estigmatizadas, violentadas, maltratadas por su trabajo, sin embargo, debemos estar conscientes que todos tenemos derechos», agregó la dirigente sindical.
Cuspinera con amplia trayectoria en las filas sindicales cuestiona que Nuevo León atraviese por una crisis de inseguridad, que ahora ha impactado en las mujeres, en las desapariciones y los feminicidios.
«No puede ser que después de haber sido un Estado próspero, hoy estemos atravesando por esta crisis de inseguridad, y exigimos al Gobierno que cumpla con su función, que permita horarios accesibles de trabajo»,
Por ello, explica que hay temor en las mujeres que trabajan en giros nocturnos, de ahí la exigencia de vigilancia y mejores condiciones laborales para ellas y sus familias.
Las posturas de las mujeres trabajadoras también son apoyadas por grupos de trabajadores y trabajadoras de industrias, talleres mecánicos y tortillerías que pertenecen al gremio que dirige Cuspinera.
La líder sindical destacó el temor que existe entre las mujeres que laboran en esos giros y junto a ella Brisa Fierro, madre soltera mostró el temor de que les pase alguna situación, ante el delicado tema de violencia contra las mujeres.
Algunas de las mujeres pidieron patrullaje en las calles después de las 12 de la noche, y que se extiendan los horarios de trabajo.
Todas dijeron que no pueden dejar de trabajar pues necesitan del empleo y el sustento para sus hijos y familia.
A cambio, la postura oficial de Gustavo Adolfo Guerrero, Fiscal estatal, asegura que no hay una crisis de desapariciones en Nuevo León, y añade que en lo que va del año se han reportado 420 denuncias de mujeres desaparecidas y 8 muertas.
Sin embargo, aclara que de ese total el 90 por ciento han sido halladas con vida y 33 siguen desaparecidas.
Guerrero culpó a las redes sociales y medios de comunicación, de generar una mala sensación de la situación en la entidad que ha trascendido fronteras.
«No hay una crisis de desapariciones de mujeres por bandas de criminales», Nuevo León es un Estado propicio para la inversión pública nacional y extranjera», aseveró.
El titular de la Fiscalía de Justicia está seguro de que en Nuevo León se ofrecen datos reales y no maquillados de desapariciones como sucede en otras partes del País.
«No medimos la cuestión política, buscamos hacer las cosas bien, son datos oficiales, no maquillados», agregó.
Dice que el 80 por ciento de mujeres halladas se encuentran dentro de las primeras 72 horas.
El ex titular de Seguridad Pública estatal, Aldo Fasci, quien se repone de una enfermedad destaca que, por no maquillar cifras, Nuevo León aparece en liderazgos de desapariciones de mujeres.
Para Fasci, el motivo por el que las mujeres salen de su casa se debe a situaciones que están relacionadas con violencia familiar y no por redes de grupos criminales.
Las cifras federales indican que en el primer semestre Nuevo León ocupó el primer lugar nacional de feminicidios por tasa poblacional, con 2.01 por cada 100 mil mujeres, y un total de 58 casos, lo que es 176 por ciento más que los 21 casos del primer semestre del 2020.
Lo anterior, sin contabilizar los casos de María Fernanda Contreras, Debanhi Escobar y Yolanda Martínez.
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