“Declarar una crisis educativa es referirse a mucho más que un problema académico. Según la árida definición de diccionario, la escuela es “una institución destinada a la enseñanza que proporciona conocimientos que se consideran básicos en la alfabetización”. Cualquiera que haya sido estudiante sabe que esa acepción apenas roza la superficie de una experiencia multidimensional, que deja una pronunciada huella. “Está claro que la pandemia tiene un impacto profundísimo en la salud global de los niños, en la que su escolarización es clave, porque la escuela es esencial para varias cosas. No solo es el lugar donde adquieren el conocimiento, sino que ahí forman aspectos emocionales, sociales, y también otros relacionados con la nutrición, la actividad física y la expresión artística. Es fundamental para el desarrollo y bienestar general, y es también un sitio seguro: hay muchísimas patologías y situaciones de riesgo a las que se ven expuestos los chicos que son detectadas en el ámbito escolar. Creo que los adultos focalizamos en la salud respiratoria y orgánica de los chicos, pero no le dimos prioridad a su salud social, educativa y psicológica. Ellos se vieron mucho más afectados en todos estos aspectos que por el Covid-19”, afirmó Gonzalo Pérez Marc, médico pediatra, jefe de Investigación y Docencia en el Departamento Materno-Infantil del Hospital Militar, en Argentina. En 2020, codirigió dos valiosos trabajos sobre coronavirus: el ensayo clínico (fase III) de la vacuna del laboratorio Pfizer y un estudio sobre el valor del plasma de convaleciente. A toda esta experiencia, suma un doctorado en Medicina, una licenciatura en Filosofía, un magisterio en Bioética y otro en Economía y Gestión de la Salud.
De acuerdo con el Censo de Población y Vivienda 2020, en México residen 31 millones de personas de 15 a 29 años, que representan 25% del total de la población en el país.
La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOEN) en su primer trimestre de 2021, estima una tasa de desocupación de 7% en la población joven (15 a 29 años), cuatro puntos porcentuales más alta que la tasa de desocupación para el conjunto de la población mayor de 29 años (3%).
De los 1.2 millones de personas de 15 a 29 años desocupadas, 81% cuentan con experiencia laboral.
El Día Internacional de la Juventud busca generar conciencia sobre los desafíos y problemas a los que este grupo de población se enfrenta, siendo en la actualidad el caso de la crisis sanitaria por la COVID-19, que ha impactado en mayor medida a esta población, generando retrocesos en materia de educación, así como en las oportunidades laborales y sociales, durante una etapa crucial en el desarrollo de su vida.
Es por ello que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) presenta información cuyo propósito es dar cuenta de la situación en la que se encuentran las personas jóvenes en materia de educación y ocupación en el lapso de la emergencia sanitaria.
ESTRUCTURA DE LA POBLACIÓN JOVEN
De acuerdo con el Censo Nacional de Población y Vivienda 2020, en México habitan 31 millones de personas de 15 a 29 años, que representan el 25% del total de la población en el país. Por grupos de edad, 10.8 millones tienen entre 15 y 19 años, y representan 35% del total; 33% (10 millones) están en el grupo de 20 a 24 años, y 32% (9.9 millones) entre 25 y 29 años.
La distribución por sexo presenta una ligera proporción más alta de mujeres (51%) que de hombres (49%); en el grupo de edad de 15 a 19, la proporción es similar; en los grupos de 20 a 24 años y 25 a 29 años, las mujeres tienen una proporción mayor.
Se prevé que la pandemia tenga impactos significativos en los resultados educativos de la población joven, debido a la interrupción o disminución del aprendizaje y donde corren el riesgo de experimentar una transición más larga y compleja hacia el empleo y trabajo decente ; siendo la población adolescente uno de los grupos más afectados. El Censo de Población y Vivienda 2020 muestra que, del total de la población de 15 a 29 años, 32% asisten a la escuela. Se observa una participación similar entre mujeres y hombres en este rango de edad.
El nivel de asistencia escolar de la población de 15 a 29 años muestra una mayor proporción de mujeres que asisten a la escuela en el grupo de edad de 15 a 17 años: 74% de las mujeres en este grupo de edad asisten a la escuela, respecto al 70% de los hombres. También en el grupo de 18 a 23 años se registra una mayor participación de las mujeres con 36% contra 35% de los hombres. En el grupo de mayor edad, el de 24 a 29 años, la situación se invierte: 8% de los hombres asiste a la escuela, por 7% de las mujeres.
La asistencia escolar de la población de 15 a 29 años varía dependiendo del tamaño de localidad donde radica, ya que conforme va aumentando el tamaño de las localidades, el porcentaje es mayor, hasta alcanzar su máximo nivel (37%) en las de 100 mil y más habitantes; 36% en el caso de los hombres y 37% en el de las mujeres.
También se observa que, en todos los tamaños de localidad, el indicador es muy similar entre mujeres y hombres; sin embargo, a partir de las localidades de más de 15 mil habitantes, con respecto a la asistencia a la escuela, las mujeres superan a los hombres en todos los casos en un punto porcentual.
Por nivel de escolaridad destaca que 44% de las mujeres de 15 a 17 años tienen algún grado aprobado en educación media superior y 35% tiene secundaria completa. De los hombres adolescentes de 15 a 17 años, 39% tiene un nivel de educación media superior y 36% un nivel de secundaria terminada.
De la población de 18 a 23 años, 33% tiene un nivel de educación básica completa o menor; 43% tiene nivel medio superior y 24% nivel superior. En este grupo de edad, 25% de las mujeres tienen algún grado aprobado en nivel superior y los hombres 22 por ciento.
Del total de población de 24 a 29 años, 29% ha logrado un nivel educativo medio superior y 30% un nivel de escolaridad superior. De las mujeres en este rango de edad, 31% cuenta con estudios de nivel superior. En este grupo de edad 12% cuentan con una educación básica incompleta: 14% de los hombres y 11% de las mujeres.
OCUPACIÓN
El aumento del desempleo a consecuencia de la COVID-19, ha producido un impacto económico considerable en el mundo, siendo la población joven la más afectada; y pese a que esta situación ha sido una realidad durante años, es muy probable que esta condición incremente el porcentaje de jóvenes desempleados en comparación con el resto de la población.
A partir de las estimaciones de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) en su primer trimestre de 2021, se tiene que 15.4 millones de personas de 15 a 29 años, pertenecen a la Población Económicamente Activa (PEA), de las cuales, 14.3 millones se encuentran ocupadas.
Por sector de actividad económica, del total de personas de 15 a 29 años ocupados, seis de cada 10 (59%) se encuentran ocupadas en el sector terciario relacionado con comercio y servicios; 29% labora en el sector secundario que tiene que ver con la industria y la construcción; y 11% se dedica a laborar en el sector primario, el cual está relacionado con la agricultura, ganadería, caza y pesca.
La tasa de desocupación de la población de 15 a 29 años muestra un nivel de 7% (1.2 millones de personas desocupadas); que representa un poco más del doble en magnitud, comparada con la tasa de la población mayor de 29 años (3%). Del total de esta población que se encuentran desocupados 81% cuentan con experiencia laboral; de ellos 44% tiene entre 20 a 24 años, 39% de 25 a 29 años y 17%, de 15 a 19 años.
Al observar la tasa de desocupación por grupos de edad, se observa que la más alta se presenta en las personas de 20 a 24 años con 9%, seguido del grupo de 15 a 19 años (8%) y de aquellas que se encuentran entre los 25 a 29 años (6%), demostrando así la vulnerabilidad de su situación laboral con respecto al resto de la población.
EL IMPACTO EN LA SALUD MENTAL
En un sondeo rápido que realizo la UNICEF, amplificó las voces de 8.444 adolescentes y jóvenes de 13 a 29 años en nueve países. El reporte da cuenta de los sentimientos que enfrentaron en los primeros meses de respuesta a la pandemia y la situación en el mes de septiembre.
Entre las y los participantes, 27% reportó sentir ansiedad y 15% depresión en los últimos siete días. Para el 30%, la principal razón que influye en sus emociones actuales es la situación económica.
La situación general en los países y sus localidades ha afectado el día a día de las personas jóvenes pues 46% reporta tener menos motivación para realizar actividades que normalmente disfrutaba. 36% se siente menos motivada para realizar actividades habituales.
Su percepción sobre el futuro también se ha visto negativamente afectada, particularmente en el caso de las mujeres jóvenes quienes han y están enfrentando dificultades particulares. 43% de las mujeres se siente pesimista frente al futuro frente a 31% de los hombres participantes.
Una situación que genera elevada preocupación y es un llamado a las autoridades de salud nacionales, es que el 73% ha sentido la necesidad de pedir ayuda en relación con su bienestar físico y mental. Pese a lo anterior, el 40% no pidió ayuda.
Este valor aumenta a 43% en el caso de las mujeres. Los centros de salud y hospitales especializados (50%) seguido por los centros de culto (26%) y servicios en línea (23%) son los principales mecanismos donde buscarían ayuda en caso de necesitarla.
El sondeo rápido se realizó a través de U-Report, una plataforma digital que promueve la participación de adolescentes y jóvenes en temas que les afectan. Si bien la muestra no es representativa de toda la juventud, los resultados permiten tener un vistazo de los desafíos que enfrentan, el acceso a mecanismos de asistencia, y la forma en que están manejando sus emociones. Los resultados son un llamado a promover la participación de la juventud en estos y otros temas que les afectan, escuchar sus voces y aumentar la inversión, la calidad y el acceso a servicios de salud mental.
( Revista Plataforma Quince No.71 )
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