Las Comisiones Unidas de Puntos Constitucionales y de Estudios Legislativos aprobaron por unanimidad la Reforma de Pueblos Indígena y Afromexicanos. Durante la discusión, el Senador de Nuevo León, Waldo Fernández, destacó por su intervención, al subrayar que el racismo y la discriminación dañan el tejido social.
Fernández expuso que “un principio de la Coalición “Sigamos Haciendo Historia” es eliminar el racismo y la discriminación que impidan el pleno ejercicio de los Derechos Humanos, así como hacer realidad el Programa Nacional de los Pueblos Indígenas, para garantizar su bienestar y desarrollo”.
Sobre los pueblos indígenas y las comunidades afromexicanas, el Senador reconoció que han enfrentado desafíos históricos, políticos, económicos y sociales, particularmente las mujeres “al no ser consideradas como sujetas de derecho y propietarias de las tierras”.
Por ello, esta reforma, destacó “busca no solo hacer justicia a las comunidades indígenas y afromexicanas, sino también empoderar a las mujeres que las integran ”.
Además, dijo, “se busca garantizar procesos legales justos, priorizando el derecho de las personas indígenas y afromexicanas a ser asistidas y asesoradas por intérpretes, traductores, defensores y peritos especializados; se reconoce la práctica de la medicina tradicional y se garantiza la implementación de políticas que permitan la preservación de las lenguas indígenas como patrimonio cultural de México”.
El Senador destacó la importancia de esta reforma en Nuevo León, un estado donde actualmente se hablan 50 lenguas originarias; casi 78 mil personas que hablan alguna lengua indígena; y 352 mil 282 personas se consideran indígenas, de acuerdo con el INEGI. Agregó que, lamentablemente, la ciudad de Monterrey históricamente ha ocupado el primer lugar en intolerancia a la población indígena.
Fernández subrayó que la Coalición de Morena, PT, PVEM siempre ha impulsado acciones a favor de quienes más lo necesitan.
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