Unos científicos han demostrado que la suplementación dietética con los aceites esenciales de algunas plantas aromáticas de la dieta mediterránea, concretamente perejil, ajedrea y romero, ejerce efectos beneficiosos sobre la microbiota intestinal de pacientes con cardiopatía isquémica y diabetes 2 y contribuye a reducir el riesgo cardiovascular.
El estudio es obra de un equipo integrado por especialistas del Hospital Universitario Virgen de la Victoria de Málaga, el Instituto de Investigación Biomédica de Málaga y Plataforma en Nanomedicina (IBIMA Plataforma BIONAND), la Universidad de Málaga y los grupos de Marisa Crespo y Pedro Luis Sánchez del Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Cardiovasculares (CIBERCV), en España.
“Este trabajo demuestra que los aceites esenciales derivados de plantas aromáticas de uso culinario en la dieta mediterránea promueven la salud y protegen contra la inflamación y el estrés oxidativo, procesos que se observan frecuentemente en enfermedades cardiometabólicas” explica Francisco Javier Pavón, investigador de IBIMA Plataforma BIONAND, el Hospital Universitario Virgen de la Victoria de Málaga y del CIBERCV.
Para llevar a cabo el estudio, a un grupo de ratones les trasplantaron la microbiota intestinal de pacientes con cardiopatía isquémica y diabetes tipo 2 a través de sus heces. A continuación, se desarrollaron emulsiones de diferentes aceites esenciales de plantas muy comunes en la dieta mediterránea (concretamente, ajedrea, perejil y romero) y se administraron en combinación con L-carnitina, un aminoácido no esencial relacionado con la movilización de grasas.
De este modo, el equipo evaluó el potencial de las emulsiones de aceites esenciales como nutracéuticos para estas patologías. Los resultados en ratones revelaron que estas formulaciones tienen efectos beneficiosos sobre la propia microbiota, promoviendo principalmente bacterias del género Lactobacillus. También se encontró un incremento en los niveles de ácidos grasos de cadena corta y una reducción de N-óxido de trimetilamina (TMAO). Los ácidos grasos de cadena corta son moléculas producidas por las bacterias cuando fermentan los componentes de los alimentos en el interior de colon, producen un efecto protector frente a las enfermedades metabólicas y la obesidad y tienen un efecto antiinflamatorio, entre otros múltiples beneficios para el organismo. Por el contrario, niveles elevados de TMAO en sangre se han asociado con un aumento del riesgo cardiovascular.
“Los efectos de estas emulsiones con el aumento de ácidos grasos de cadena corta y la reducción de TMAO también se traducen en un estado inflamatorio más favorable, lo que resulta muy beneficiosos para la salud cardiovascular” explica Manuel Jiménez, investigador de IBIMA Plataforma BIONAND, del Hospital Universitario Virgen de la Victoria, IBIMA Plataforma BIONAND y del CIBERCV.
El tratamiento con emulsiones de aceites esenciales no solo se asoció a estos cambios del microbioma, sino que también produjo una reducción generalizada en los niveles de marcadores inflamatorios y de oxidación en este modelo humanizado. Por tanto, estos aceites esenciales podrían contribuir a una mejoría en la regulación de factores cardiovasculares y metabólicos.
Intervenciones dietéticas basadas en bioactivos naturales
La diabetes tipo 2 conduce a menudo a un mayor riesgo de desarrollar complicaciones cardiovasculares, como la cardiopatía isquémica, la forma más común de enfermedad cardiovascular y la principal causa de muerte en Europa. En las últimas décadas, se han desarrollado diversas estrategias para reducir la morbilidad y mortalidad de los pacientes con enfermedad coronaria introduciendo mejoras importantes.
En este sentido, trabajos previos en pacientes con cardiopatía isquémica sugieren que la presencia de diabetes tipo 2 está relacionada con un deterioro del sistema inmunitario mediado por la microbiota intestinal. ”Sabemos que la diabetes tipo 2 puede alterar significativamente las poblaciones microbianas intestinales en pacientes con cardiopatía isquémica y también que existe un creciente interés en reemplazar las terapias farmacológicas por intervenciones nutricionales y suplementos de origen natural, lo que redundaría en la seguridad y calidad de vida de nuestros pacientes” afirmó el equipo. En esta línea, los aceites esenciales son componentes bioactivos derivados de hierbas o extractos de plantas con uso culinario que se han estudiado como moduladores potenciales de los procesos fisiológicos relacionados con la cardiopatía isquémica.
A pesar de que los resultados son prometedores, el equipo de investigación apunta a la necesidad de extender y validarlos estos estudios con otros grupos de pacientes para poder comprender con mayor detalle la modulación de la microbiota intestinal y parámetros fisiológicos relacionados con estas enfermedades cardiometabólicas.
El estudio se titula “Beneficial Effects of Essential Oils from the Mediterranean Diet on Gut Microbiota and Their Metabolites in Ischemic Heart Disease and Type-2 Diabetes Mellitus”. Y se ha publicado en la revista académica Nutrients. (Fuente: CIBERCV / IBIMA-BIONAND)
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