PRUEBAN EN PECES CEBRA UNA SUSTANCIA CON POTENCIAL PARA TRATAR LA ESCLEROSIS MÚLTIPLE

PRUEBAN EN PECES CEBRA UNA SUSTANCIA CON POTENCIAL PARA TRATAR LA ESCLEROSIS MÚLTIPLE

El pez Thalassophryne nattereri, un pez sapo venenoso, contiene un péptido (TnP) con potencial antiinflamatorio y antialérgico. Este potencial se ha puesto a prueba recientemente mediante experimentos en peces de la especie Danio rerio, popularmente conocidos como peces cebra y que comparten el 70 por ciento de su genoma con el ser humano. Por esta y otras razones, el pez cebra se usa mucho como modelo para los ensayos in vivo en el desarrollo de fármacos.

Los autores del estudio, entre quienes figuran João Batista-Filho, Mônica Lopes Ferreira y Carla Lima da Silva, los tres del Instituto Butantan, entidad dependiente del gobierno brasileño, han confirmado que puede haber un modo de desarrollar, a partir del TnP, un fármaco para el tratamiento de enfermedades inflamatorias crónicas como la esclerosis múltiple y el asma.

Los investigadores probaron el TnP en peces Danio rerio para medir su toxicidad. En poco más de un año, su investigación ha demostrado que el péptido es seguro. No causó disfunción cardíaca ni problemas neurológicos en las pruebas de toxicidad que se realizaron.

Los ensayos preclínicos son importantes para probar la eficacia (actividad terapéutica) de las sustancias y para evaluar los efectos adversos que puedan causar y el nivel de seguridad que tiene su utilización. En el descubrimiento de fármacos, el 98% de los compuestos probados en animales se abandonan antes de los ensayos clínicos en humanos.

La esclerosis múltiple es un trastorno inflamatorio autoinmune crónico del sistema nervioso central, en el que el sistema inmunitario ataca las vainas o revestimientos de mielina que protegen a las fibras nerviosas del cerebro, la médula espinal y los nervios ópticos, deteriorando la comunicación con el resto del organismo. Puede causar debilidad muscular, pérdida de visión, dolor y deterioro de la coordinación motora. Afecta a unos 2,5 millones de personas en todo el mundo, de las cuales unas 35.000 viven en Brasil, según la Asociación Brasileña de Esclerosis Múltiple (ABEM).

 

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